Post-Boda Germán y María José.


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Esta vez quisimos quedarnos en Mazarrón, como he dicho varias veces, cualquier lugar es bueno si sabes sacarle partido y con ellos sin duda que lo conseguimos. Estuvimos en la cañadica, una casa abandonada y quizás por ello con un encanto natural, los ventanales y la luz que teníamos eran perfectos para retratar a los recién casados. Pasearnos por las calles más típicas de este pueblo fue entre otras cosas peculiar, buscábamos la rutina convertida en algo inmejorable. El tráfico de persona, el ruido de la calle, queríamos el ritmo que en si la vida nos marca. Por último nos fuimos a las playas de este maravilloso lugar, porque un álbum de fotos sin un atardecer en estas playas sería un auténtico delito. Creo que esta parte la disfrutaron más, más relajados, más en su ambiente, sin prisas y sin estar pendientes de la gente. Sin embargo para mí fue un reto, porque Mari José tiene una belleza indiscutible y fotografiarla más guapa de lo que es, era casi imposible. Por otro lado Germán me sorprendió bastante porque a pesar de ser tímido, la cámara lo quiere. 



 La esencia de cada pareja se refleja en cada uno de mis trabajos, sin duda un placer haber compartido cada momento con vosotros y solo me queda apuntar que aquel día a pesar de que ella no se encontraba bien mereció la pena, porque no hay dos sin tres, un regalo del que estoy seguro de que lo disfrutareis. Un servidor, Ginés López.